LA DEVOCION PUDO CON LA CRISIS

Es innegable que el domingo de romería es un éxito. Toda la explanada y los alrededores de la ermita, estaban a rebosar de romeros, romeras y romeritos o romeritas ( por eso de la paridad ).

Cientos de personas se congregaron a las puertas de la ermita para celebrar la romería en honor a la Chiquetita, lleno absoluto en la misa de romeros ( y romeras, y romeritos y romeritas ).

Desde muy temprano, casi asomando el mismo sol por el horizonte lejano, se preparaban los carruajes, unos más apañados que otros, para recorrer en masa los 4,5 Km que separan Gerena de su ermita. La Chiquetita, ha estado 2 días a 4,5 Km de su gente, de su pueblo, de sus fieles.

Después del largo peregrinar, las viandas empezaron a componer los cuerpos y reponerlos de tantos días de feria y jolgorio. De nuevo el rebujito y las cervezas correteando por el interior de los cuerpos acalorados fustigados por el implacable sol que eleva la temperatura.

Entre familias y amigos, se consumió el día de la romería. Entre la crisis de menguar un pelín los víveres a tomar y la devoción tremenda que Gerena le rinde a su patrona. Ni la coincidencia en el Domingo de Pentecostés con la romería del Rocío, ni la crisis económica, ni el calor, ni el esfervescente ateísmo, financiado espiritualmente por las altas esferas políticas y de poder, pueden con esta hermosa y brillante tradición.

Ya de noche, los cohetes anunciaban la arribada de la Virgen de la Encarnación a Gerena, ya se consumaba otro año más un sinfín de peticiones y promesas, de ojos brillantes con mirada taladrante y fija hacia la carita de la patrona.

La feria, no coment. Tras lo escrito anteriormente, sencillamente se puede bislumbrar que no tuvo un ápice de ebullición humana. Por la noche, ya fue otra cosa. La juventud ¡¡¡ Qué aguante !!!, quien volviera a revivir aquella estremecedora etapa de nuestras vidas.

Ya solo nos queda la clausura de la feria, y a esperar un año enterito, con sus 365 días y 364 noches para volver a ver procesionar a la patrona, para posarla de nuevo sobre la carreta que la volverá a llevar, allende el camino hasta la ermita dónde volverá, si Dios lo quiere a volver a esperar 3 largos días a sus hijos que vuelvan para celebrar con ella, el día que Gerena la eleva al cielo.