Los hombres (y mujeres), tan traicionero(a)s consigo mismo(a), nos hemos encargado de sustituir los caciques antiguos por los caciques modernos. Aclaro para los malintencionados el significado de "cacique: Persona que en un pueblo o comarca ejerce excesiva influencia en asuntos políticos". Los antiguos eran mayormente de "derechas" y desaparecieron a mediados del siglo XX cuando el motor de la economía ya no era el campo, y el señor no podía comprar voluntades políticas por unas peonadas de los obreros, pues estos emigraban en masa a la ciudad y las haciendas quedaban desiertas.
Ay, amigo, pero mire usted por donde, ésta desgraciada forma de clientelismo político ha pasado a las pequeñas ciudades, e incluso autonomías completas, modernas. La única diferencia es que el caciquismo moderno, lo aplican las "izquierdas" - alguno(a)s dirigentes, entiéndaseme bien -, pero con el dinero de todos, no con el suyo propio.
La idea que se expande e interesa inculcar es la de que el partido en el poder es el que te garantiza el puesto de trabajo, y que cuando vengan otros te quedarás en la calle. Es la forma de meter el miedo en las entrañas de los más pobres y es utilizado, la mayor parte de las veces, como arma de ahormar las conciencias de los votantes. El que llevó esto al mayor grado fue D. Alfonso Guerra que, además de meter miedo con "dobermans" y "derechonas", alentó a muchos a hacer un uso indiscriminado de los recursos públicos, teniendo bien en cuenta si los benefactores pertenecian o no a la organización de quien ostenta el poder.
De esta forma, se mutila el desarrollo, se van al traste muchas expectativas si no se milita en el todopoderoso aparato político.
Derechas o izquierdas, cuales sean, me es igual como se les quiera llamar. El caciquismo sigue siendo caciquismo - aunque sea moderno- lo ejecute quien lo ejecute.
2 comentarios:
Salud a tod@s.
Hola Luismi.
El caciquismo moderno se inserta en la sociedad actual unas veces directamente por el gobernante de turno y otras a través de los propios sistemas de protección social y la burocracia del Estado. Es más sutil a veces, otras más descarado, pero siempre responde al mismo patrón de comportamiento y es el uso instrumental que de las necesidades básicas de la población hacen políticos y empresarios, para modelar la opinión publica y sobre todo conseguir votos. En este sentido lo único que puede garantizar cierto grado de autonomía electoral de las personas es su propia autonomía económica, es decir, la base de la Democracia radica en el derecho de que todas las personas puedan acceder a una renta básica durante toda la vida y un sistema público de servicios sociales universales que garantice la educación, sanidad y transporte a toda la población, solo así podríamos elegir sin coacciones a nuestros gobernantes.
Salud y República.
Hola Jose Juan. Gracias por participar y dar tu opinión.
Un saludo.
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